En el año 2010 me quedé sin trabajo, sin dinero y además con deudas que pagar. Fue uno de los momentos más duros de mi vida...
En mi desesperación de qué hacer miré a mi alrededor y vi personas que estaban importando desde China. Pensé: "yo también puedo hacerlo". Así que fui al banco, pedí un préstamo el cual me aprobaron y fue una gran felicidad. Ahí comencé a preguntar entre tantas personas.
¿Qué podría importar?
Pensaba en tantos productos, pero no sabía qué hacer porque me daba miedo comprar algo que luego no pudiese vender o que me estafaran en el proceso. Algunos pocos amigos me dieron algo de información, otros me dijeron que hablábamos otro día. Nunca me la dieron porque claro, estaban cuidando sus secretos comerciales.
No querían decirme que era lo que ellos hacían, y hoy los entiendo. Para mi suerte un amigo me dió su contacto en China.
Era un señor chino que había vivido en Venezuela y hablaba español.
Tenía una fábrica, así que lo llamé y me dijo que viniera a China y él me esperaba.